20 diciembre 2010

El tango


Luna nocturna en el cielo anunció la llegada de tu espléndido cuerpo que entrando por la puerta del bar, donde yo ahogaba mis penas, se iluminaba con los rayos escurridizos del astro de la noche.

Sin más que decir olvidé hasta el trago amargo que tenía en mano cuando tus ojos se encontraron con los míos.

Me paré de mi asiento de madera que había sido mi apoyo por las últimas dos horas. Ignoré súbitamente lo que el cantinero, amigo de mis peores tiempos, me decía sobre ti.

No nos quitábamos las miradas mientras nos acercábamos el uno al otro en el medio de la pista. ¡Oh mujer! Como adoro el rizar de tu cabello tambaleándose en tu hombro.

Todos los hombres te veían acercarte sigilosamente hacía mi ser, quizá intuían que me conocías desde el antaño de nuestras vidas. Realmente nunca supieron que el placer de disfrutarte bajo la sensualidad de melodías ambiguas me la concediste con tu mirar esa misma noche.

Musa divina de mis deseos más pétreos y desvanecidos, ¡Cuánto esperé por ti! Sirena de mis siete mares, tu pecho es la gloria de la monja que ora a su Dios, tu sonrisa es la caricia de un pueril ser que ilumina la habitación; ¡Cuántas ansías tengo de ti! ¡Cuánta sed de ti!

Al fin nos encontramos a mitad de pista; la minimalista orquesta sin más comenzó a tocar el tango de nuestro encanto. Y eso fue el inicio para fabricar un baile frente a los ojos atónitos y sádicos de todos los que nos rodeaban. Tu mano entrelazándose con la mía, mi mano rozando el calor de tu perfecta cintura hecha por las mismas manos de los dioses quienes pusieron un poco de ellos en ti. Adoré llevar el compás de tu piel sobre el suelo, ser quien dominaba cada poro de tu cuerpo creando un sexo en el baile. Sólo eso lo hace el tango, mujer.

La sensualidad que desbordamos frente a ojos incrédulos y mandíbulas abiertas fue el goce para que la risa más pícara saliera de nuestras pupilas.

Mi escorpiana con su veneno se desbordaban sobre mí con su vestido rojo y tacones de punta patente. Dulce elixir de la vida es el calor de tu cuerpo junto al mío.

Morena de mis encantos, dulzura de mi mente, has salvado a este humilde servidor de las penumbras del olvido, haciéndole cambiar el buen vino por tus labios divinos.

Escapamos al entonar el último acorde del fuelle y a mi cama dimos a parar, con el fuego de mi chimenea encendida y el calor de nuestros cuerpos desnudos retozando sobre las sabanas de seda que ahogan nuestros pensamientos y revientan hasta el más interno deseo de nuestro cerebro que se derrama a borbotones en cada apasionado beso y roce de nuestras uñas en nuestras pieles. ¡Oh, mujer! Me has elevado de entre los muertos.

Con un cigarrillo estrecho la satisfacción que has dejado en mi cuerpo, dibujando una sonrisa en cada bocanada de humo que sale de entre mis labios.

Tú duermes abrazada a mi desnudo pecho mientras tus rulos de petróleo revisten tus pezones. Ni una sola palabra ha salido de los labios excepto para exclamar con excitación los gimoteos de nuestra lujuria encarnada por dos locos que una noche se encontraron por el destino o quizá por el tango en un bar.

Como decía mi viejo amigo Cortázar “Me basta deshacerlo todo para volver a comenzar”. Sólo cierro mis ojos y te veo de nuevo entrar por la puerta de aquel olvidado y viejo bar.

29 noviembre 2010

Carta para un extranjero


Como han pasado los años desde que no estás.
Como ha pasado la brisa por mis congelados poros desde que no estás
Las sonrisas ha transitado diversas sendas sin saber a donde ir
Dando tumbos he ido por la vida, sin tenerte a ti.
Esa mano que me halaba por el trayecto digno de transitar.

¿Qué ha sido de tí, musa de mi pasado?
¿Qué ha acontecido en tu vida?
¿Adónde fue a parar el destino que con tanto ahínco decidimos operar?
Las risas, las caricias, las frases inocentes que nos regalabamos mutuamente,
los besos en la lluvia, los juegos pueriles, los inventos para un mundo mejor,
¿debajo de qué piedra lo escondimos o se escondió?

Quizá sean pocas mis palabras, quizá no.
Pero quiero que sepas sobre mi nueva felicidad.
Una sonrisa se ha dibujado en mi rostro nuevamente
desde que tu desapareciste.
Un forastero errante lleno de magia y color alumbró
el pedacito de corazón que quedaba en el rincón

El pasado fue hermoso y en su forma algo único
pero atrás quedó y mi paz se reformuló
con la llegada de este señor
Sonríe por mi que yo sonreiré sin cesar por los dos.

Feliz viaje, mi ahora nuevo extranjero de tierras lejanas
que el polvo limpie tus pies
y que el sol eterno alumbre tu ser.

Feliz viaje.

19 noviembre 2010

Así decía mi abuelo

         
Era uno de esos días en los que te levantas y no sabes a quien golpear primero, si a tu despertador por ser tan atorrante a tan temprana hora o al bendito vecino que a las cinco de la mañana sólo se le ocurre poner vallenato a todo volumen mientras llora despechado, pegando gritos porque la mujer lo dejó. Sí, un típico sábado en mi urbanización.

            Me levanto lentamente tratando de encontrar el suelo con mis pies, mientras me restriego los ojos. Mi despeinado cabello demuestra que realmente tuve una muy mala noche. Me voy a la cocina, me preparo un poco de café y me siento en el sillón negro de la sala para ver un poco de televisión, total ya el sueño se me esfumó.

            Suena el reloj de pared en la sala, las nueve de la mañana. Me doy rápidamente un baño y me voy para el supermercado a comprar algunas cosas que faltan en la casa, ¿dije algunas? Perdón, quise decir todas las cosas que faltan en mi casa. Mi nevera parece Plaza Venezuela, pura agua y luz (y a veces falla la luz). Apartamento de soltero, al fin y al cabo.

            Bajo al estacionamiento y recuerdo que olvidé las llaves del carro en la mesita de noche; me regreso a buscar las llaves, al bajar recibo la sorpresa tibia y escurridiza en mi zapato del perro de la conserje. Mi día no mejora. Por fin llego al supermercado, meto un par de cosas en el carrito y hago mi cola para pagar mientras que un insoportable niño grita sandeces hacía su madre sólo porque quiere un paquete de galletas; pobre mujer. Su aspecto no es nada atractivo. Finalmente llego a la caja y al buscar entre mis bolsillos, me doy cuenta de que dejé la cartera en la mesa cuando subí a buscar las llaves. ¡Perfecto! ¡Simplemente perfecto!

Ya arrecho, me regreso a mi casa, con hambre y una pronta úlcera en mi estómago. Cuando llego a mi casa encuentro que la tubería del baño se había roto e inundaba completamente mi hogar de cuatro simples paredes. Ya en este punto cualquiera se habría puesto a llorar pero ¡que va! Macho que se respeta, no llora... (Aunque no me faltaba poco). Después de una profunda limpieza a mi departamento, se me ocurrió llamarla a ella, si, ella de seguro me alegraría el día.

- ¿Aló? - Responde ella
- Hola, guapa. ¿Cómo estás? Te llamo para saber si quieres ir al cine o a comer algo.
- ¡Claro! Me encantaría.
- ¡Perfecto! Paso por ti a las 4.

Un suspiro de alivio finalmente salió de mis entrañas mientras colgaba el teléfono. Definitivamente ella alegraría mi día y todo terminaría bien. Como decía mi abuelo: “No hay día que mal empiece que no termine bien”.

Veo el reloj, las 2:30 de la tarde. Me arreglo, me pongo perfume (su favorito) y salgo a su encuentro. El día comenzaba a tener un poco más de sentido. Sólo ella podía hacer eso. ¿Cómo lo hace? En serio.

Llego hasta la puerta de su casa, toco la corneta y no pasan 5 minutos cuando sale, hermosa como siempre. Vestida de un amarillo que resaltaba sus ojos pardos. La beso en la mejilla y sonrío. Sin más que decir nos vamos a comer. A pesar de que la comida no estuvo tan buena no me importó, ella le daba el sabor necesario a nuestro entorno. Compramos un par de entradas para el cine, un combo de cotufa y dos refrescos. Disfrutamos de una de esas películas para mujeres que no me atrae mucho pero bueno, el punto es consentirla y complacerla.

Aproximadamente a las 8pm ya estábamos saliendo del cine. Le pregunté si quería hacer algo más y sólo me dijo que todo había estado perfecto pero ya estaba cansada y quería ir a casa a dormir. Nos fuimos hacia el carro, como buen caballero le abrí la puerta (así me había enseñado mi papá y sé que eso le encantaba a ella). En poco tiempo nos encontrábamos en la puerta de su casa. La acompañé hasta la puerta de madera blanca con adornos en relieve que adornaban la entrada de la morada. No quería contarle que mi día fue un asco porque en ese punto realmente ya no importaba nada. Ella había mejorado mi día.

“Mi abuelo tenía razón, no hay día que mal empiece que no termine bien”. Le dije. Ella se sorprendió de mis palabras, hasta que comprendió lo que quería decirle y sólo sonrío. Esa sonrisa que ilumina hasta el lugar más oscuro del planeta. Sonreí nuevamente y antes de retirarme besé su frente y dije: “Gracias por este día, mamá”.

27 septiembre 2010

Lo que quizá no sabes de mí


Adoro los vegetales y me encanta jugar con la comida.
Amo los atardeceres de Puy Puy (si es que son como me los he imaginado)
Y ronco al dormir pero sólo si estoy muy cansada.
Siempre tengo ideas para una película y quiero escribir guiones.

Mi animal favorito es el tigre blanco o a veces el escorpión.
Siempre corto mi comida con la mano izquierda a pesar de ser diestra.
Le tengo fobia a las agujas y a veces pretendo que los rayos me dan miedo
sólo como excusa para que me abraces.

Quiero hacer de todo en esta vida.
Mi imaginación es mi arma más poderosa.
Mi dulzura es una de mis principales características
Y casi nadie me ha visto molesta (No es nada bonito).

Me gusta llorar sola en mi cuarto para drenar.
Me encanta que me hagas reír.
Soy medio Susanita y a veces sueño con una casa con patio y perro
Pero eso nunca lo hago notar.

Y apenas vamos empezando...

Me gusta que me lean cuentos para dormir.
Desearía vivir en un cuento de hadas pero sólo por un día,
O quizá ser hombre por 24 horas
O sentir lo que es volar sólo con mis alas.

Me gusta sentirme orgullosa de mis logros
y que me miren en la calle con admiración.
A veces me siento un pavo real
con la voz de un ruiseñor.

Adoro verte dormir
y sonreír al pensar en ti
Soy maniática de la limpieza
y perfeccionista por naturaleza

Si, lo sé... No lo preguntaste
y ¿eso realmente importa? 

Necesito aprender algo cada día
y a veces me provoca tomar jugo de patilla.
No soporto a los insectos
Ni a los que abusan de los indefensos.

Siento un extraño amor por las mariposas que pones en mi estómago.
No me gusta el frío pero adoro arroparme con tu calor.
Nunca dejo mi cabello en paz y no es por nerviosismo sino por maña.
Secretamente sueño con ser muy reconocida.

Amo los distintos idiomas y las culturas de otros países.
Me gusta ser positiva y ser la líder en cualquier situación.
A veces no me gusta que las cosas no rimen
Pero en este caso quizá haga una excepción.

Quizá te preguntes ¿por qué te digo todo esto?
¿Realmente importa?

Me gusta pensar en que podría vivir en la luna
y que ella no tiene un lado oscuro.
A veces fantaseo con escenas terroríficas o románticas
Soy más frágil de lo que podrías pensar... Pero esto no lo supiste por mi.

Dicen que hablo dormida pero nunca me he oído.
Canto y bailo siempre frente al espejo.
Siempre trato de arreglarme para ti
aunque siempre me vea como una mamarracha

Normalmente hablo en Spanglish
y pienso que las mejores hallacas del mundo son las de mi mamá.
Me gustan las canciones tristes que me hagan llorar.
Soy competitiva y amo el morado.

Me gusta esperarte cuando llegas del trabajo
Y abrazarte antes de dormir.
La televisión me relaja
y hablar por teléfono me fastidia.

Amo que me preguntes cualquier tontería
Sólo por  saber que te gusta oírme.
Me gusta escribir sobre tí
y que sueltes un Te Amo susurrado a mi piel.

Ahí tienes un adelanto de mí.
Sin ninguna razón o motivo aparente
Sólo una ojeada al interior de la cajita de Pandora
o quizá información de ayuda.

Después de todo quizá esto no lo sabes de mí...

06 septiembre 2010

Ya no opacarás más al sol

Normalmente en la vida damos gracias por los seres que conocemos y por lo que vívimos con ellos.

Resulta que este no es ese caso.

Este es el caso donde quisieras rogarle a los dioses que desaparezcan para siempre el día en que conociste a ese alguien. A ese alguien que te usó, o a ese alguien que te manipuló, o quizá a ese alguien que te mintió.

No caigamos en juegos de villanos. Todos hemos pasado por esa experiencia tan caótica y tan asquerosamente putrefacta que nos regala la vida y yo... yo no fui la excepción.

Tan hermosos que se ven los pájarons y arcoiris al momento del inicio, cuando aún no conocemos el verdadero pensamiento ajeno y lamentablemente confías hasta que terminas perdido en un hoyo de profundidades desconocidas con la ira volando en tus venas, tus ojos alarmados y quebrados de tanto llanto, gritos en tus labios y moretones en tus manos de tanto descargar tu odio contra el muro de concreto más cercano.

Sé que tú también has llorado y pataleado por perder tu juguetico favorito, aquel juguete al que le hacías de todo sin importar las consecuencias. Aquel juguetico que ciegamente hacia todo por ti pero aún asi, tu no valoraste ni media raíz. Si... tu juguetico favorito.

Sin importar como destruías la sonrisa de aquel pequeño juguete que no tuvo donde esconderse.

Hoy ese frágil instrumento de tu entretenimiento se ha fortalecido, ha crecido y ha aprendido de abusadores como tú y ahora se enfrenta al mundo con más deseos de hacer, de conquistar, de tener... Por una muy sencilla razón... Ya no estás opacando más al sol.

Hoy sólo queda rencor, asco y lástima por tí. Hoy no quiero escuchar más tu voz ni sentir más tu piel ni respirar el mismo aire q tu respiras; simplemente porque con víctimas que crean berrinches y llorantinas, la autora no se lleva ni conversa, ni juega ni pretende.

Quien sólo ve un lado de la historia es una persona cobarde que no afronta sus pecados y lanza su maldición al fondo del mar, creyendo que estando ahí, desaparecerán. ¡Ah! ingenuidad.

Intentaa preservar un poco de tu dignidad y calla. El sabio aprende a callar pues la vida misma se encarga de defender a cabalidad si tus acciones han sido de un buen constatar.

Desaparece ahora de mi vida que prefiero reirme un poco de tu inmensa ignoracia y falta de virilidad.

Intenta superarlo y verás como todo cambiará.

03 agosto 2010

La rosa de papel

Ella, vestida de negro con bolsas oscuras bajo sus ojos rojos.


Él, sobrio, serio y totalmente inmutable con la vista puesta sobre ella.


Ella se para delante de él y no puede verlo a los ojos. Su corazón comienza a latir fuertemente mientras siente como sus pupilas se dilatan.


Él comprende el nerviosismo en el cuerpo de ella… El frágil y sutil cuerpo de ella lleno de garbo y misterio.


Ella siente la sangre subir a su cabeza y ruborizar fuertemente hasta el último poro de sus mejillas.


Él aún la quiere para él.


Ella aún sueña con él.


Pero el dolor de ambos es grande. Más inmenso de lo que esperaron sentir alguna vez.


Ambos, viéndose a los ojos, recordaron aquella noche de estrellas fugaces que iluminaban sus sonrisas, sus besos y le daban ese toque mágico y especial al olor tan fragante del agua salada que llegaba a sus pies enterrados en la arena.


Pero ninguno dijo nada.


Ella debía hablar. Esta vez era su turno y no sabía que decir; sólo dejaba que una lágrima muy salada, cargada de mucho dolor, saliera de sus ojos café y recorriera un tumultuoso camino hasta caer en la grama tan verde en la que ellos estaban parados.


Ella abrió su boca y dejó salir una sonrisa tímida. Él aún la ponía nerviosa.


-Me alegra verte de nuevo. Lo necesitaba. No sé qué tan buena idea sea pero creo que necesitamos hablar. Por lo menos yo debo hablar.


El seguía viéndola en silencio… Inmutable.


-No sé qué es lo que se supone que debo decir en estos casos, siempre he sido muy buena con las palabras… Excepto cuando tú me miras a los ojos. He llorado mucho, creo que mis ojos son mi testimonio más vívido. Aún no sé cuando cambiaron las cosas. Cuando decidiste ocultarme la verdad. Querías protegerme… Eso es lo que dicen por ahí, aún no se si sea o no verdad. Debes entenderme, nunca esperé esto y menos de ti.


Ella dejó de hablar pues en su garganta comenzaba a hacerse un nudo que no la dejaría hablar.


Se miraron a los ojos y recordaron juntos aquel día donde ambos estaban acostados uno al lado del otro, viendo el sol entrar por las ramas de los árboles y partirse en miles de halos de luz que les daba el calor necesario para contrarrestar el frío de la suave brisa que los envolvía.


Él la vio a los ojos, tomó su cara entre sus manos y le dio un beso muy suave en los labios y mirándola a los ojos dijo:


-No te vayas a enamorar de mí, por favor


Ella sorprendida por sus palabras, se queda en silencio viéndolo a los ojos. Él no deja de verla. Ella respira hondo, cierra sus ojos, sonríe suavemente y abriendo muy despacio sus ojos nuevamente, le dice:


-Muy tarde, lo siento.


Ella volvió de ese recuerdo, él parecía aun estar saboreando ese momento.


Ella continúo…


-¿Recuerdas como solíamos hablar de cualquier tontería antes de dormirnos? ¿O recuerdas las escapadas que nos inventábamos para alejarnos del mundo entero? Extraño eso… Te extraño a ti.


Ella suspiró y siguió hablando


-¿Cuándo dejaste de ser tan tú? ¿Cuándo empecé a ser más como tú? Siento que tantas cosas han pasado desde aquel día donde te fuiste de ese lugar donde el bullicio de la gente no nos permitía besarnos. Ya no estarás al amanecer. Ya no estarás a la orilla del mar esperando paciente mi llegada. Ya no lloraré en tu regazo ni derramaré mis sueños y pensamientos sobre tu almohada.


Él alternaba su vista hacia ella y hacia el suelo. ¿Qué podía decir? si sabía que ella tenía razón.


-Soltaste mi mano.


Ella comenzó a llorar. Él intentaba decir algo.


-Yo sé lo que me dirás. Que las cosas no son así como yo lo pienso, que no te hubieses ido nunca de mi lado, que me sigues queriendo para ti. ¡Lo sé! Sé cada palabra que juega en tu mente, sé cada sensación que tienes al verme, sé escucharte aun cuando no me puedes hablar. Lo sé… pero entiéndeme… Necesito culpar a alguien de este dolor. Déjame fantasear con esto por última vez, te lo ruego.


Ella llevaba una rosa de papel en la mano que dejó caer sobre la dura piedra con un escrito que estaba a sus pies.


-No quiero saber por qué lo hiciste, no quiero saber qué pasaba por tu mente mientras tenías esa cuerda en tus manos. Sólo me basta saber que estas aquí conmigo… Por última vez.


Volvió a mirarlo y con una última lágrima rodando por su mejilla le dijo:


-Te Amo.


Él sonrió y desapareció con la cálida brisa que corría por el cementerio del norte de la ciudad y más nunca volvió a amanecer.

14 julio 2010

Inspiración: La música...



Esta vez no hay historias. Esta vez sólo existen canciones que han hecho mella en lo profundo de mi sentimiento.

Canciones que inevitablemente siempre me recordarán a ti. Canciones que me harán sonreír mientras te recuerdo con entusiasmo y nostalgia, con alegría y quizá un poco de tristeza. Canciones que me harán repetirte una y otra vez. Repetir ese momento que vivimos donde de fondo musical sonaba nuestro propio soundtrack. 

Es loco imaginarse dentro las letras que cantamos. Sentir tan vividamente esas armonías y acordes que nos sacan de este mundo y nos llevan a algún lugar paralelo donde todo es, por un momento, mejor que la realidad.

Siempre he sentido que la música es lo que le da vida a esta humilde sociedad perturbada donde habitamos. La música ha inspirado a cientos y miles de poetas y enamorados que juegan con rimas y palabras para hacernos suspirar. La música ha inspirado gritos de guerra que han alcanzado oídos en el mundo entero y han dado a conocer sus pensamientos y filosofías haciendo de este lugar, quizá, un mejor lugar. La música ha arrullado a infinitos infantes que con sus sonrisas son la máxima inspiración de sus progenitoras. Si, efectivamente la música me hace recordar cada aspecto de mi vida que tan ingenuamente sentí en cada poro de mi ser.

Por eso esta no es la excepción de vida... Tu me haces sentir la pasión de cada nota que penetra en mi inconsciente y te tatúa en mi cerebro, sin remedio ni escapatoria a ese pensamiento.

Dulce música que me intriga y me desespera, que me emociona y me enamora, que simplemente me hace vibrar a mil por hora; que me hace cerrar mis ojos e imaginar una película donde soy la protagonista y tú, quien altera la música a medida que transcurre el largometraje.

Vendrán más historias, más películas, más canciones... Sólo las esperaré sentada mientras sonrió al ver los créditos al inicio de esta historia.

11 julio 2010

Historias...


Hay historias que no puedo contar pero que me recuerdan a ti... Que sencillamente me hacen sentir y vivir en un mundo de ficción, un mundo que no existe ni para ti ni para mí pero que vive por y para nosotros.

En ese mundo hay historias que contamos con nuestras miradas, que sentimos con nuestras manos mientras que las pícaras sonrisas, que dibujó aquel artista empedernido en un ataque de soledad, deleitan nuestras almas dándole el toque final a la obra maestra más sicalíptica y estupefaciente que han visto los ojos humanos alguna vez.

Si, hay historias que me son contadas reiteradas veces, ya que soy como aquella pequeñuela, inocente, que se enamora con cada cuento que sale de tu boca y entra directamente a mi corazón sin pedir permiso ni autorización.

Esas historias me hipnotizan pues eres como aquel tonto bufón real de aquella noble princesa a quien en las tardes de un gris, húmedo y helado invierno, le relata alegres momentos de fantasía con el mayor grado de carisma, la sonrisa más grande que el mismo océano (realmente no importa cual), la jocosidad que te complace en convertirte en quien eres hoy y satisface a esa dulce niña interna que sólo te oye con la ilusión de su corazón a flor de piel, que te oye completamente lela, ida de este universo, imaginando las mil y una maravillas que trascienden por tus ojos color café y por el rubor de sutil excitación en tus mejillas.

Me encantaría dar a conocer tus historias al mundo entero y darles el mejor regalo que podría ofrecerles... Tú ingenio, tú creatividad tan versátil y tu aliento de emoción que despertaría incluso a aquel muerto de tres días que ya se ha unido a la Madre Tierra.

Das vida y resplandor con tus historias...

Al menos mi mundo se llena de ti y sé que no puedo esperar al día de mañana para escucharte decir las palabras que tanto me gusta oír:

"Había una vez por ahí..."

08 julio 2010

La sencillez más compleja

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Siempre he pensado que hay puntos de vista que coinciden de una manera muy superflua, muy desequilibradamente pero que después de todo se complementan a tal grado que es imposible no estar de acuerdo con esos pensamientos y opiniones.

Tu estás y yo estoy. Nunca en el mismo espacio y/o tiempo determinado por las masas pero estamos y vivimos (o sobrevivimos) dentro de un mundo que sólo nos apunta con sus lanzas de acero intentando cortar nuestras gargantas.

Limitadamente vivimos, es cierto. A cortos y desesperantes espacios de tiempo que se van con la nada cuando apenas nos estamos dando cuenta de que los estamos vivificando en nuestras vidas.

¿Realmente estamos?

¿Realmente estás a mi lado o es una ilusión óptica perversa que ha salido de un conjuro mal armado?

Tú, quien cree que no estoy

Yo, quien sabe que si estoy

Tú, quien no me siente

Yo, quien te hace sentir

¿Qué es lo que falta en este mal formado desorden de pensamientos que tenemos conjuntamente?  Cuando sencillamente tu me empujas hacia ti, yo te empujo hacia mi y ambos nos empujamos hacia un abismo infinito de posibilidades que no alcanzamos a ver por ser tan orgullosos y dedicarnos única y exclusivamente a ver por encima de nuestros hombros y no directamente a nuestros ojos… Quizá así todo sería más sencillo… Quizá no… Es algo que jamás podremos saber.

Así de sencillo es, al menos así de sencillo dicen que es… Es es lo que nos mata, eso es lo que nos hace fuerte. La sencillez tan desesperante del asunto que se nos escapa como agua de nuestras manos.

Así de sencillo es…



05 julio 2010

Vidrios rotos

Ya tus pies se desgarran al caminar de un lado al otro.

Tu frente suda gotas frías que recorren los centímetros de tu piel morena.

Gritas sin para al ser que tienes frente a tí, al ser que es identico a tí, aquel que odias con todo tu ser.

Sólo puedes ver como se ensaña contra ti y repite frenético, presionando sus puños para contener la ira, todo lo que le gritas a él.

No aguantan más y se van a las manos. 

Hoy nuevamente te tocará recoger los escombros llenos de sangre del espejo que has roto una vez más...

MissWatekeXpress

Vía al trabajo...

Nadie me dejó dormir al anochecer, gracias al maldito teléfono uqe olvidé descolgar.

Era el voyeurista del piso 23 quien murió al inclinarse por demás en su balcón para ver mejor el monumento del piso 10 del edificio de enfrente que sonrió al encontrar una moneda de plata en el suelo y morbosamente recogerla hasta introducirla en sus grandes tetas, con un sútil y peculiar garbo.

Era yo quien debia examinar su grotesco cuerpo caliente y derretido, estampado contra la acera de la Avenida número 5 del pueblo, detrás de la esquina 14 al lado del bar Dallas.

Tomé mis lentes y su cámara y dejé que la luz verde del semáforo inviertiera el deseo de miles de muertos en mis manos.

MissWatekeXpress

28 junio 2010

Los cuentos de hada... no existen



Princesas de cabello largo, príncipes sobre sementales, bufones jocosos, brujas del Este y del Oeste.... tonterías que yo imaginaba desde pequeña... Cuando creía que existían.


Duendes con calderos de oro, reinos hermosos en el más allá, hadas madrinas con varitas mágicas dispuestas a complacer todos tus deseos para poder encontrar el amor de tu vida... Eso no existe, no en mi mundo.


Cuando era pequeña, sonreía cada vez que pensaba en un villano persiguiéndome y justo en ese momento, como por arte de magia, aparecía el príncipe que me salvaría, el hombre de mis sueños que me llevaría en su corcel de nuevo a su castillo y nos enamoraríamos para vivir felices por siempre... Pero realmente no cuentan exactamente como es la historia... ¿realmente todas esas princesas tuvieron un final feliz? ¿qué es realmente un final feliz para la sociedad?


No existen manzanas envenenadas, caminos dorados, conejos que toman el té, conjuros para dormirnos y que sólo nos despierte el beso del verdadero amor... Esas cosas no existen, ni existirán jamás.


No me tomen a mal... No soy una aguafiesta ni una adolorida y frustrada de la vida, porque después de todo, tengo mi lado romántico e infantil, pero no puedo creer que esas historias que me contaron cuando aún mis sonrisas eran puras, sean reales.


Piénsenlo... Las verdaderas princesas no cantan con los animales del bosque, no andan en carrozas de calabaza ni se enamoran de animales bestiales que conocen en una casa donde todo habla...


Creo que todo en el fondo buscamos crearnos un hermoso cuento de hadas para que nuestra realidad sea más divertida y eso no es malo... 


Las mujeres creen que existen los príncipes azules para poder fantasear con ellos cuando ven lo que tienen al lado en realidad... Los hombres sueñan con encontrar una princesa, una damisela en peligro que puedan salvar, cuidar y proteger... Es nuestra naturaleza pensar así.


Y yo que pensé que esas cosas no existían más para mí... Y yo que me juré no caer en sonrisas enamoradas y miradas en silencio... yo que prometí mantenerme despierta para que nunca viniera el verdadero amor a despertarme... Resulta que ahora quiero escribir el mejor cuento de hadas que no se haya leído o vivido jamás... Quiero ponerme mi mejor vestido y bailar contigo en el centro del castillo con todas las miradas fijas sobre nosotros dos... Quiero poder decir "Había una vez" y pasar directamente al "...y vivieron felices para siempre..."


¿Quién sabe? Después de todo quizá si existan los cuentos de hadas y yo soy esa niña cumpliendo esa fantasía inocente.


MissWatekeXpress

22 junio 2010

En Silencio



Aún permanezco sentada en esa vieja silla de madera que hicimos cuando yo era una niña, ¿lo recuerdas? siempre fue mi favorita. Ahora que estoy sobre ella mirando mis manos llenas de sangre, de tu sangre, pienso que tengo cosas preferidas en la vida. 

Una sonrisa se dibuja en mi rostro mientras revivo una y otra vez cual fue mi inspiración para asesinarte tan divinamente, tus gritos... asquerosos y malditos gritos que salían de tu boca... Siempre te dije que no me gustaba que me gritaras pero no hiciste caso. Mal por ti.

Todo pasó tan rápido que lo único que me queda ahora son las imágenes, tus gritos, tus lágrimas.... y mi sonrisa.

Siempre creíste que tenías el control sobre mi, que estabas apoderándote de mi y que tenías a tu merced mi vida pero hoy llegó mi momento... Dulce momento, dulce venganza.

Siempre intenté respirar hondo cuando aparecías frente a mi con tu mano pecadora recriminando la vida que tu no tenías enjaulada, mi vida.

Siempre intenté hablarte y entenderte.... hasta hoy que encendiste en mi el sociopata más enfermo que tu vida, y ahora tu muerte, ha podido conocer.

Es hermoso ver tu sangre, tan vívida, tan colorida y resplandeciente recorrer todo el suelo, llenándolo de ti y dándole un poco de tono a esta gris habitación.

Siempre fantasee con este momento.... El momento de tomar ese cuchillo nuevo que adquiriste en aquella tienda que vimos juntos una vez y al sentir la adrenalina pasar por mi torrente sanguíneo simplemente apuntarte y amenazarte con esa sonrisa que nunca te gustó en mi rostro, mis ojos psicópatas y las lágrimas heladas que caen por mis mejillas y pedirte que te calles de una vez o simplemente hacerte callar mientras penetro tu cuello perfumado y pretencioso que nunca ha querido ser silente.

Ese es el castigo de los que no obedecen... 

Aun tu sangre esta tibia....

¿No oyes el silencio que ahora nos rodea? 

¿Ves qué hermoso es el silencio cuando no hay más gritos?

Por fin podré dormir en paz... y tu también....

En silencio...

MissWatekeXpress

13 junio 2010

Dame

[Dame una buena razón para callar y lo haré.
Gritame con tu corazón la verdadera razón de tu miedo
y dame la razón que esperan mis labios para callar.
Lo haré, lo prometo que lo haré]





Dulce niña mía, tus lágrimas estropean tu perfecta y pequeña sonrisa dibujada por los mismos dioses. El temor cierra los ojos de tu tierno corazón y perturba el paraíso de tu imaginación.
Hermosa creación, divina figura entre mis brazos, hoy mueres de amor por las caricias que anhelas de mi, aquellas que sutilmente borran el pánico que recorre tu piel.
Te cuidaré y te protegeré.

En mis manos serás frágil vasija de vidrio

Prometo que cuidaré de ti.

En mis manos serás la delicada rosa que apareció detrás de un pañuelo de seda.

Refúgiate en mi sonrisa, esta ahí para ti.



Cierra tus ojos y siente la brisa fría que atraviesa tus bucles morenos. No pienses en el mañana, sólo déjame llevarte a casa donde el calor de una improvisada chimenea te hará acurrucarte entre mis brazos.



Al amanecer, tu sonrisa estará más viva que nunca y todo miedo desaparecerá con el frío que consumirá el calor de mi abrazo.

Lo más hermoso de todo esto es que tengo miles de abrazos gratis sólo para ti hasta que desees volar lejos de aquí, lejos de mí pero igual yo estaré esperándote siempre con mis brazos extendidos, susurrándote cada noche que sólo pienso en ti.



Recordaré este día, donde con un beso en tu frente espanté todo temor guardado en aquel rincón abandonado en tu corazón que ahora está lleno de mi amor por ti y de las sonrisas que te protegerán cuando estés lejos y sin abrigo.



No es difícil leer la pregunta en tus ojos... Mi sonrisa responde ante tu rostro angelical: "Es lo que mereces de mi".



Todo estará en paz, niña mía
Duerme bien que en tus sueños siempre estaré.


MissWatekeXpress





30 mayo 2010

Miedos silentes


Ella recostaba su sonrisa pálida sobre el desnudo y oscuro pecho de aquel hombre que mantenía vivos sus más intimos miedos. 

Ambos sentían el latir acelerado de sus corazones al unísono que musitaban una evidente canción sobre sus sentimientos, aquellos sentimientos que a ambos les daba miedo expresar con sus labios pero que sus ojos y húmedas pieles gritaban a la luz de la luna cuando ella era de él y él era de ella.

Era hermoso ver el cuadro tan salvaje y sensual que se creaba al ella sentir los largos dedos de las perfectas manos de su amado al recorrer su sudada espalda a causa de las horas incansables de amor espontáneo que durante varias noches se podía observar por la ventana de aquella casa abandonada en la ciudad.
Ella no había soñado nunca con él. Él había rogado encontrar a alguien como ella. Y en el sendero más oscuro de sus inagotables travesías de sus normales vidas se toparon entre caras pintadas, música paga, días de antaño, payasos de un circo que nunca existió y pisos de mentira que los hacían creer que estaban en el paraíso terrenal.

Él la hizo vivir de nuevo. Ella lo hizo sentir otra vez. Ambos se desearon, ambos sonreían nuevamente.

Mientras él arropaba sus fríos poros erizados que recorrían sus brazos, ella lloraba silente saboreando el calor de su cuerpo.

- Tengo miedo - se atrevió a susurrar ella aunque sus labios temblaran.

- ¿De qué? - Preguntó él aunque sabía la respuesta, pues era el mismo miedo que habitaba en su corazón.

-Miedo a perderte por la mañana - Respondió tímidamente ella entre sábanas. Él la estrujó contra su cuerpo y susurrando a su oído dijo: -Sólo duerme. Seguiré a tu lado al amanecer.
  
Ella esbozó una dulce sonrisa, cerró sus ojos y al amanecer ya no existían ni el miedo, ni las sábanas, ni ninguno de los dos...

MissWatekeXpress

19 mayo 2010

El día más solitario de mi vida

Sábado, 9 de la noche. Yo, sentada en un viejo mueble de cuero viendo como una despampanante rubia estadounidense seduce a su vecino, ese niño dulce y nervioso de todas las películas tan típicamente anglosajonas, "tan cliché" pienso yo. De fondo musical en mi mente suena un rock que refleja cómo me siento esta noche... "Such a lonely day, the loneliest day of my life", canto por inercia a pesar de que no quiero continuar.

Siempre me he caracterizado por ser imaginativa, por vivir soñando y fantaseando sobre lo que pudo ser y no fue, lo que podría ser y ya fue o lo que nunca será pero moriría porque sucediera, no es tan sano como debería ser... asumo yo. Hoy no ha sido la excepción a la regla, me mantengo inundada en mis pensamientos mientras oigo un tic - tac increíblemente perturbador que hace que se acentúe más aún la soledad que siento dentro de estas cuatro paredes.

Me despego del sillón un momento, al fin estirando un poco las piernas adormecidas de estar en una misma posición y así aprovecho para ir a la cocina e hidratar mis neuronas, "ya era hora", gritan ellas después de todo.

Caigo de nuevo en el sofá y me acomodo muy lentamente, hundiendo mi cuerpo tibio en el cuero frío y el tic - tac me anuncia que ya son las 10. Suspiro pensando que no debe ser buena idea estar un sábado encerrada involuntariamente en esta ballena de cuatro paredes que me hace sentir como si yo fuera Jonás pero no tengo nada más que hacer excepto estar sentada aquí con el control en mano, cambiando de canal cada 5 segundos, buscando algo interesante que entretenga mi aburrimiento. Nada... lo mismo de siempre, no era una sorpresa, ahora nunca hay nada bueno que ver en la televisión.

10:30, cierro un momento mis ojos, imágenes fluyen en mi mente. Momentos, recuerdos, deseos es todo lo que veo... ¿En qué momento terminé siendo una antisocial? ¿En qué momento me entregué a la rutina y a la monotonía? "Qué patética soy", es lo único que puedo pensar y un bostezo se escapa de entre mis labios, ratificando mi último y decisivo pensamiento.

Ya son las 11 en este lado del ecuador y las canciones ya se fueron de mi mente... Gracias a Dios.

Media hora antes de la medianoche, empieza a marcar el reloj. ¿Ese maldito reloj nunca dejará de castigarme?

Medianoche grita una pequeña voz melodiosa que sale del televisor recitando musicalmente las guerreras palabras impresas por Vicente Salias en la época de nuestros antepasados.

Zapping, zapping, zapping... Nada interesante para ver, un cierto dolor invade mi cabeza mientras se me escapa una fantasía por la que me dejo llevar... ¿Y si los héroes de verdad existieran? Quizá no me hubiesen asaltado a la puerta de mi casa la noche anterior, quizá yo fuera esa Lois Lane, enamorada de un hombre misterioso con traje de colores vivos y alucinantes; después de todo mi mente es el lugar de lo imposible y ahí es donde me libero y suelto mis preocupaciones.

Siento un frío que entre por la ventana, proveniente de la calle. Rápidamente busco un suéter negro ubicado sobre mi cama y lo coloco sobre mi cuerpo, ¡qué divino se siente el calor entrando a mis venas!

Agarro la caja de cigarros con su respectivo encendedor, que se encuentra sobre la mesita de noche al lado de mi cama, tomo las llaves de mi casa; me coloco unos zapatos y salgo, atravesando el umbral y llegando a la acera de enfrente, me siento en ella; al momento saco un cigarrillo taqueado, lo coloco en mi boca y acerco muy cuidadosamente el encendedor que deja salir su llama y comienza a consumir el papel envuelto que forra una línea de tabaco y nicotina que me hacen sentir en el cielo en cada inspiración que tomo. ¡Cómo lo necesitaba....!

El humo sale de mi boca, haciendo círculos en el aire. La brisa fría penetra mis pulmones hasta que el oxígeno llega a mi cerebro y me hace reaccionar y volver a mis pensamientos.  A lo lejos veo unos niños jugando con una pelota, "¿no es muy tarde para que estén jugando en la calle? ¿dónde estarán sus padres?" pienso mientras una cierta melancolía me invade haciendome soñar sobre los hijos que tendré, sobre cómo serán y sobre que serán cuando crezcan.

Vuelvo a mi, ya el cigarro se consumió hasta el filtro, no queda nada más en él, como a mí. Lo desecho y entro a la casa para integrarme nuevamente con el sofá. Tomo de nuevo el control y salto de canal en canal esperando que pueda encontrar algo interesante que me entretenga.

2am, y en el televisor se oye la más famosa composición de John Williams, ah... Star Wars ha salvado mi noche tan aburrida... dejo que mi mente se mimetice con la fuerza vista según los ojos de George Lucas, no lo niego apoyo esa moción.

Poco a poco mis ojos se van cerrando involuntariamente, mientras dejo que mis deseos reprimidos se vayan convirtiendo en sueños de los que me arrepentiré mañana.

4am y un gallo a la distancia canta dándole melodía a mi sueño invernal, quizá mañana todo vuelva a ser normal.

MissWatekeXpress