10 mayo 2014

Hoy me pedí perdón


Hoy la introspección, con un pequeño empujón, hicieron mella.
Esta noche puedo decir que la luna es pasajera y el sol se acerca sigilosamente,
puedo decir también que los vastos muros de hielo a mi alrededor empiezan a decaer, a derretirse.
Vuelvo a respirar. Vuelvo a sentir.
Todo esto sucede porque hoy me pedí perdón.
Perdón por esos errores que no cometí,
perdón por a veces dejar de sonreír sin razón.
Perdón por las noches de tertulia que dejé pasar.
Perdón por las veces que fallé
y perdón por las veces que debí fallar.
Me senté frente a mí y me dije: Perdón...
No, mejor dicho, me dije: ¡PERDÓN!
Si, así fue.
Con lágrimas y temblorosa porque no sabía la respuesta que yo misma me daría.
Pero lo hice.
Fue un paso liberador, que hace tiempo tenía en agenda.
Hoy dejé la cobardía y lo hice.
Hoy me pedí perdón.
Este es uno de los tantos pasos de bebé que tengo en importante atención,
ya que quiero hacer las pases conmigo.
Quiero dejar de ser mi enemiga y volver a ser como antes.
No, como antes no.
Quiero ser como el futuro me deslumbra el ser.
Para cada etapa de la vida existe un paso.
Existe una decisión, un escalón.
Hoy me decidí.
Hoy me pedí perdón
Fueron muchos meses molesta conmigo misma.
Meses de silencio y lágrimas.
Meses difíciles que espero no repetir otra vez.
Ya aprendí mi lección.
Ya maduré y comprendí que el orgullo solo me separa de quien más amo.
De mí.
Pero este es sólo el primer paso.
No sólo puedo pedirme perdón, debo remendar los daños pasados
y recibir las bendiciones futuras.
Palabras sin acciones, fe sin obras, todo está muerto si no actúo.
Es por eso que hoy me pedí perdón.
Que alma tan renovada siento dentro de mi.
Que yugo tan pesado acabo de remover.
Ahora cambiaré.
Me amaré.
Dejaré de vivir sin miedo.
Me haré el corte de cabello que quiero desde hace tanto.
Me pondré nuevas prendas.
Seré creativa con mis días.
Me sorprenderé a mi misma.
Me regalaré flores y chocolates.
Me haré cosquillas.
Seré atenta... ¡Hasta empezaré a lavar los platos!
Todo porque hoy me pedí perdón.
Se acabaron las noches de culpa.
Se acabaron los desperdicios de vida.
Se acabaron los enfrentamientos a muerte conmigo misma.
Se acabó todo lo malo.
Empiezan las sonrisas, los latidos, las fantasías, las realidades.
Hoy empieza el mejor amor que haya existido sobre la faz de la tierra.
La envidia de todos, el deseo de cualquier.
El amor que siento por mí dará de qué hablar.
Siento paz.
Siento vida.
Siento luz.
Siento calma.
Siento libertad.
Todo porque hoy me pedí perdón.