13 mayo 2010

Decisiones...

Con un suspiro empieza mi vertiginosa noche que realmente no se a donde me lleva. Después de mucho pensar en lo impensable del pensamiento filosófico creador de mi eructado cerebro, crece en mí un sentimiento que afecta a mi sistema nervioso y no me deja escribirte lo que quiero gritarte, no me deja oler las flores marchitas en la mesa del comedor, no me deja percibir con mi sexto sentido lo que tantas noches anhele con tu presencia y ahora ha pasado a mejor vida... Tal cual como lo hizo mi gato, el vecino y el conductor de ese avión que se quedó sin alas en alta mar.

¿Penitencia es el vivir? ¿es el soñar? ¿es el intentar razonar bajo la debilidad de tus pómulos perfectamente formados por la mano de un escultor que con fiereza te retrató?

De tanto pensar ya he olvidado qué más tenía que pensar... 

Un solo sentimiento ocupa mi alebrestado corazón y me permite debatir con el Ton Ni Son de mis ideas que fortuitamente atacan a mi pobre mente, dejándola a merced de tus caricias y perfectas palabras que traspasan mi endeble voluntad y no me permiten razonar.

Entonces si al fin y al cabo tu me hablas de senos y cosenos y tangentes e hipotenusas, ¿qué hago yo hablándote sobre la próxima expedición a la Antártica para demostrar que el sol se oculta o no se oculta por allá? 

Es determinante que un lineamiento de pensamientos siempre corra junto por la misma vereda en la que una vez nuestros corazones y miradas se toparon quizá por enésima vez.


MissWatekeXpress