27 septiembre 2011

Tu música



Quiero ser tu pentagrama,
Quiero que derrames en mí las notas de tus besos.
Quiero ser tu hoja en blanco
Donde escribirás la mejor de las canciones.
Quiero que toques mi cuerpo como tocas tu guitarra.
Quiero que me hagas el amor
En fusas y semifusas.
Quiero ser la melodía de tus dedos
Quiero ser tu inspiración,
Quiero ser tu musa
Quiero ser tu música.
Quiero que vivas por mí, como mueres por la música.
Que tu corazón vaya al compás de blancas y redondas
Al verme pasar a tu lado y rozar dulcemente tu piel
Invitándote al mismo paraíso del Edén.
Quiero ser plenamente tuya
Quiero ser tu armonía mejor conjugada en partitura
Quiero ser el cántico que sale de tus labios
Quiero ser la melodía con la que despiertas cada mañana.
La dulce tonada que amas entonar por las noches.
Penetra en mí como la música penetra tus venas.
Quiero ser tu libertad,
Quiero ser tu agonía,
Quiero ser tu música.
Ámame como amas crear vida.
Envuélveme en tus acordes,
En el compás de tu corazón.
Bésame y explota en mí un orgasmo musical
Que no acabe jamás.
Porque de ti dependo.
Porque de ti soy.
Soy el fondo musical de tus sueños.
Soy la danza,
Soy la canción,
Soy tuya.
Soy la música,
Soy tú música.
Porque de ti dependo
Porque de ti soy.

18 septiembre 2011

Te extraño



Extraño la media sonrisa que haces al dormir.
Extraño tus ojos dormilones empapados en miel.
Extraño los segundos que paso sonriendo a tu lado
aunque sea en silencio total.
Extraño tus manos recorriendo mis cinco sentidos.
Extraño desayunarme el olor de tu piel por las mañanas.
Extraño tus manías y peculiaridades,
las cuales me conozco al derecho y al revés.
Extraño dejar TeAmos sobre tu cama.
Extraño tus intentos de chiste.
Extraño dormir sobre tu pecho desnudo y palpitante.
Extraño tus besos de buenas noches
y tus: "Nos vemos al amanecer".
Ya dejaste de ser una opción 
para convertirte en mi mejor necesidad.
Extraño verte a los ojos y sólo sonreír,
y recibir tu sonrisa de vuelta
sólo porque entendiste qué se esconde detrás de ella.
Necesito que vuelvas a mis brazos,
sólo porque te extraño.
Porque extraño amarte, tocarte y sentirte.
Sólo porque extraño cada esquina de tu mente.
Sólo vuelve a mi y prometo extrañarte cada día
por el resto de nuestra eternidad.

16 septiembre 2011

Sé...

Y reaparece el dolor. Ese dolor que deja marcado mi pecho en noches heladas cubiertas por la neblina. Ese dolor que recuerdan las sonrisas, las palabras, los suspiros, las lágrimas. El dolor que sabes que provocas en mi aunque nunca te lo haga saber con mis palabras.

Eres como el demonio disfrazado que persigue a los corderos en mis sueños, en mis días, en mis noches. Eres como el veneno más puro, divino y más deseado por mi paladar. El veneno que matará todo lo que soy, todo lo que he creado, todo en lo que me he convertido... lejos de ti. Lejos de tu encanto, lejos de tu adicción, lejos de tu je ne sais quoi. Lejos de ti.

¿Seremos siempre los enemigos en esta historia de amor?
¿Seremos siempre ese amor en tiempos de cólera?

El sabor amargo que me dejas hoy será el mismo que vivirá en mí hasta el fin de este tiempo. Sólo ponme a prueba. Sólo tientame. Así sea en la oscuridad, así sea aprovechandote de mi dolor; pero hazlo hoy.

Despiertame por las noches y apagame en las mañanas, que esta melancolía no tiene fin. Que esta melancolía no desaparece con los años. Y aunque suelo sonreír, y aunque suelo caminar, y aunque suelo respirar; no hay mayor dolor que tu recuerdo comiéndome viva por dentro.

Pintame un sueño, pintame una esperanza, pintame un camino para saber que debo hacer. Contigo mi voluntad se anula. Contigo pierdo el control. Contigo me pierdo a mi misma. Por eso te odio. Por eso te amo.

Sé la nota que suena en mis dedos y se desvanece en el aire. Sé la impotencia que ha recorrido mis venas desde el primer segundo que llegaste a mi vida. Sé mis lágrimas. Sé mi odio. Sé mi amor. Sé el tumulto de corazones que palpitan golpeando mis creencias; porque ni siquiera tu dios puede salvarte ahora. Porque ni siquiera tú puedes salvarme.

Sé mi todo, sé mi nada. 
Y desaparece al amanecer entre el tumulto de corazones.